Todo empieza en casa, parece algo muy normal, algo obvio. Ya sea porque sales a trabajar o a hacer los recados, todo empieza en casa. El viaje del orden empieza en casa.
Hoy me centro más en la parte de quienes salimos a trabajar y, antes de que alguien se pueda echar las manos a la cabeza y decirme “llevar una casa también es trabajo” – cosa en la que estoy completamente de acuerdo (porque si eso hubiese que pagarlo sería una pasta…) – te explico el motivo de empezar por aquí.
En la mayoría de empleos, por no decir que, en todos, se espera una “productividad”, se espera que la persona que desarrolla una tarea sea lo más eficiente posible, que consiga resultados y que, además, sea un punto que genere un buen ambiente laboral ¿sí?
Pero… ¿Cómo llegamos a trabajar? ¿Qué nos ronda por la cabeza mientras estamos en intentando ser una persona 100% productiva?
Pues nos pasa de todo, desde
- Tengo que pasar el polvo
- Hay que ir a la compra
- Tengo que preparar la comida
- ¿Cuándo era la cita con el médico?
- Hay algo de plancha
- Hoy no nos ha dado tiempo a hacer las camas
- A ver si acabo con el caos de los armarios…
Y una lista interminable de pendientes que, sin querer, nos sacan del presente a la que podemos sumar que en casa haya peques o perretes. **No es una comparación, es que merecen tener su tiempo
EL VIAJE DEL ORDEN
Todo esto, este baile mental de pasar a las cosas de casa cuando estás en el trabajo y del trabajo cuando estás en casa (que eso es otro temazo) tiene mucho TIENE TODO que ver con el viaje del orden.
Con cómo empezamos en el día en nuestra CASA, con cómo hemos dedicado tiempo a crear sistemas de organización que nos hagan más fácil todo.
A lo que yo llamo el viaje del orden no es algo que puedas empezar hoy, sábado (si estás leyendo en tiempo real), y terminar mañana.
Empezar en casa el viaje del orden es iniciar una forma de vida que te libera de las prisas, de “tengo que”, de las discusiones, de dolores de cabeza y de comparar con otras casas (un error que quiero/me encantaría que dejásemos de cometer)
Como en todo, esto no es magia y aquí existen dos clases de personas
- Las personas que quieren cambiar, que dan el paso o quieren darlo, lo intentan y lo consiguen
- Las que prefieren seguir quejándose, criticando y pasando las horas muertas despotricando sobre lo que ven en las redes sociales (porque lo fácil es NO HACER NADA)
Si eres de las primeras ¡ENHORABUENA! Tienes claro qué quieres hacer, aunque aún no sepas cómo.
Si eres de la gente de la segunda opción, te abrazo fuerte. Yo también estuve ahí aferrada más tiempo del que me gustaría reconocer antes de iniciar el viaje del orden. Es una p/tad* porque la mayoría de esta gente no están bien en el trabajo, no les hace felices, no ven más allá de que llegue la nómina y el próximo festivo…
Pero las personas que ya han pensado, solo ya el pensar, en hacer pequeños cambios en su CASA, que han pensado que necesitan una mano para dejar atrás el caos, que quieren cambiar ya van por la vida con otra alegría. Y quienes ya lo han hecho han comenzado a vivir de otra manera, disfrutando las pequeñas cosas del día a día. Lo sé, lo he visto, he sido participe de ello.
NO ES MAGIA
Esto no es algo que podamos hacer solo un día y ya. Esto se va trabajando con el tiempo. Con el día a día en el que vamos soltando cosas, vamos cambiando ciertos aspectos (en mentalidad, sobre todo) y vamos viendo resultados.
Esto repercute en nuestra vida social, en el trabajo, en la pareja, hijos… y cómo nos tratamos.
Sí, en cómo nos hablamos, en el diálogo interno.
¿CÓMO PUEDES EMPEZAR?
Piensa en 3 cosas que te gustaría cambiar. Tiene que ser tres cosas específicas, no vale “quiero ordenar mi casa entera” no…
Puede ser:
- Me gustaría cambiar el estado de mi armario
- Me gustaría cambiar la rutina cuando me levanto
- Me gustaría cambiar la forma en la que paso los “ratos muertos”
Créeme, cuando sales de tu CASA ordenada y vuelves a tu CASA ordenada, todo cambia. TODO.
¿Tienes dudas? Puedes dejármelas en comentarios o escribirme un mail aquí para más info.
Y recuerda, un espacio lleno no acaba con el vacío.
Un abrazote